Saturday, 16 February 2019

Testimonios del campo


Una de las cosas más geniales a cerca de emprender el Proyecto Primate de Para La Tierra es que tengo la oportunidad de compartir mi proyecto con voluntarios e internos/pasantes internacionales y les permite experimentar cómo es en realidad ser una Primatóloga en el campo. Los capuchinos empiezan su día con el sol, lo que significa que necesitamos estar bajo el árbol donde durmieron antes del amanecer. Nuestra casa está a 30 minutos del bosque caminando, lo que significa que debemos salir a las 4:30 am. Luego pasamos 9-12 horas caminando/corriendo/gateando por el Bosque Atlántico para mantener o encontrar a los capuchinos. Tener la oportunidad de pasar tus días en uno de los hábitats terrestres en mayor peligro de extinción del mundo es un absoluto privilegio.  Mientras más tiempo pasas en el bosque, más probable es que te adentres en los territorios de otros mamíferos que habitan el lugar, como los monos aulladores (si tienes bastante suerte), coatíes, zorros cangrejeros, eirás, jaguarundís, leopardos tigre o pecaríes. Y por supuesto, los capuchinos, que de por sí son un constante recurso para el entrertenimiento.

Aquí están unos testimonios de algunos miembros anteriores y actuales del equipo primate:
“Mi tiempo en Para La Tierra… mmm ¿cómo describirlo? Fantástico, maravilloso, emocionante, alucinante, estimulante, hermoso, duro, de tiempo completo y tantas otras palabras con las que probablemente podría llenar este espacio. Fui voluntaria con Para La Tierra desde Agosto de 2013 a Febrero de 2014. Fui parte del proyecto Primate emprendido por la encantadora Becca Smith. El principal objetivo por el cual estaba allí era para ayudar a recolectar valiosos datos relacionados a la especie de Capuchinos de Azara (Sapajus cay) que se encuentran en la Reserva Natural Laguna Blanca. Salíamos cada día al bosque en busca de estos asombrosos monos para observar su comportamiento y recolectar cualquier otro dato que pudiéramos de ellos. Esto incluía el tipo de comida que se les veía comiendo, sus sitios de dormir, tomábamos fotos para construir un archivo de individuos y mucho más. Ahora, con esto no estoy diciendo que era una caminata en el parque y que los encontrábamos cada día y solo íbamos y nos sentábamos allí y mirábamos a los hermosos monos. Era en definitiva un trabajo duro tratar de encontrar a los grupos y luego quedarse con ellos mientras tratábamos de documentar su comportamiento, pero te diré esto, en el primer momento (y cada momento después de ese) ves a esas fenomenales criaturas en la naturaleza, cada inicio temprano y todo lo que viene después vale, sin duda, la pena… créeme. Durante mi tiempo como voluntaria pude desarrollar nuevas estrategias de trabajo de campo y tuve la oportunidad de ayudar a desarrollar y probar nuevos proyectos e ideas. Si eres alguien que nunca ha hecho trabajo de campo, no te preocupes, este es un programa genial al cual unirte que te enseñará habilidades de estudio muy valiosas que pueden en serio ayudarte a realizar cualquier tipo de trabajo de campo en el futuro o con tu universidad. Podrás ver tantos otros animales más mientras estás aquí. Hay fantásticos reptiles, aves, y por supuesto otros peludos mamíferos que andan por ahí. Durante un pequeño paseo por ruta que hicimos al Chaco, en el norte del país tuve la suerte de ver a capibaras salvajes, algunos flamencos y cerdos salvajes. Definitivamente amé cada minuto de mi tiempo en el campo, pero esa no fue la única experiencia que gané como voluntaria en el Proyecto Primate… ¡oh no! Al visitar Paraguay pude experimentar la hermosa y maravillosa cultura paraguaya. Las personas son muy generosas y acogedoras. Incluso aprendí un poco de Español en ese tiempo – Pensaba que era un desastre con los idiomas, pero pude aprender algo así que ¡cualquiera puede! Continuando con mi experiencia – Fui como voluntaria, pero terminé conociendo algunas maravillosas personas por el camino (muchas de las cuales aún soy muy amiga, aunque viven en la otra mitad del mundo), aprendí un poco sobre la cultura de otras personas, así como de la mía, desarrollé nuevas habilidades e incluso puedo decir que, de cierta manera, pude contribuir al estudio que está luchando por entender y salvar a estos maravillosos capuchinos y el hábitat en el que viven. “Anna O’Riordan, 2013/2014
Fui pasante de PLT en 2014 y retorné como voluntaria en el equipo Primate en 2015. Originalmente fui a Laguna Blanca para completar un proyecto de pasantía sobre captura de pequeños mamíferos. Sin embargo, los zorros cangrejeros en el Bosque Atlántico pronto aprendieron que podían aprovecharse de mis trampas Sherman y conseguir la carnada que había dentro. Pasé la mayor parte de mi tiempo de pasantía/internado tratando de rastrear dónde iban a parar mis trampas perdidas – lo cual me daba perfectas oportunidades para aprender sobre cómo seguir a los capuchinos. Retorné a Paraguay un año después y ayudé a Becca a completar una evaluación demográfica de uno de los grupos de capuchinos usando cámaras trampa. Fuimos afortunadas de recientemente haber publicado nuestro estudio en el Journal Neotropical Primates y presentar nuestros hallazgos en un conferencia internacional de la Sociedad Primatológica (Primatological Society) este pasado Agosto. Una de mis mejores experiencias como una voluntaria del Equipo Primate fue cuando Becca y yo pudimos ver al grupo O por más de media hora el día antes de mi cumpleaños número 22 y luego vimos dos zorros cangrejeros y un jaguarundí durante nuestra caminata de vuelta del bosque. Desde mi última visita a Laguna Blanca, completé mi grado académico de Máster en Biología y actualmente soy una asistente de laboratorio de tiempo completo en la California National Primate Research Center en los Estados Unidos. Espero poder, eventualmente, inscribirme en el programa de PhD que me habilitará para estudiar a los primates del Chaco Argentino y Paraguayo. Emily Briggs, 2014/2015.

Siempre fui la niña que pasaba infinitas horas afuera mirando cada diminuta pieza de césped y aproximándome a cada pequeña cosa en movimiento que encontraba. Soy ese tipo de persona que, durante una fiesta, pasa más tiempo con el perro que con las personas. No podía haber sido más feliz mientras caminaba por el bosque buscando a los capuchinos. En los Países Bajos tenemos un dicho: “cómo pez en el agua” (tenemos más frases raras, pero lo dejo así). No voy a mentir, este tipo de trabajo de campo es duro. Pero es más que reconfortante encontrar un grupo y de hecho observar su comportamiento, o incluso que interactúen contigo en persona. Es muy reconfortante llevar a los voluntarios a ver a los capuchinos y a sus rostros asomándose más y más cerca. Y no tiene precio escucharlos decir que a muchas personas les gustaría ver esto en la vida real. No puedo estar más de acuerdo; todos deberían ver esto en sus vidas. Invito a todos y a cada uno de ustedes a ir y estar encantado con estos adorables, inteligentes, fascinantes pequeñas criaturas. ¡Nos vemos en Laguna Blanca! Kelly Rebergen, 2016.
Decidí unirme a Para La Tierra por muchas razones, de las cuales todas hicieron que la organización destacara por encimo de otras. Había estado mirando una multitud de proyectos basados en la conservación situados por todo el mundo, pero al final elegí a PLT. PLT ofrecía un lugar donde yo podría progresar en mi carrera académica, emplear mis pasiones e intereses y tener una completamente nueva experiencia. Fui particularmente atraída por el aspecto académico aquí, el cual va por encima de muchas otras organizaciones de conservación, permitiéndote crear o unirte a un ya existente proyecto asociado a tu área de interés. También estoy decidiendo qué hacer con mi futuro y si progresar o no con mis estudios de PhD y sentir que mi tiempo en PLT ha fomentado definitivamente estos pensamientos. Creo que puedo decir con seguridad que mi mejor momento por lejos en PLT fue cuando encontramos a los monos aulladores. Habían sido solo tres años que ellos habían sido encontrados y nosotros fuimos capaces de observarlos por un par de horas por dos días. También fuimos lo bastante afortunados (o desafortunados) de ser bañados con la orina y materia fecal de los monos aulladores, lo cual definitivamente hizo del momento algo inolvidable. Sin embargo, es también tan emocionante cuando encontramos a los capuchinos en el bosque, cada vez que los veo me siento tan privilegiada y encantada de estar observando y estudiándolos en la naturaleza. Es extremadamente agotador estar en el campo estudiando a los capuchinos, pero no puedo esperar a ver lo que el siguiente mes traerá. Bella Contador-Kelsall, 2016
Tenemos espacios ahora mismo para pasantes del Equipo Primate de Enero hasta Abril 2017 en un estudio de la diversidad de las dietas de los tres grupos. También estamos buscando personas para que vengan y nos ayuden con nuestro esquivo grupo de monos aulladores. Si estás listo/a para el desafío y quieres contribuir al estudio y conservación de primates en Paraguay, por favor envía tu CV a Karina Atkinson a karina@paralatierra.org.
¡Espero verte pronto en Paraguay!

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